La ciudadela de Bam aspectos constructivos en su restauración despues del terremoto.
La ciudadela de Bam aspectos
constructivos en su restauración despues del terremoto.
Percy C. Acuña Vigil
La madrugada del 26 de diciembre de 2003 un fuerte terremoto sacudió una de las ciudades con importancia histórica relevante en el Oriente Medio, la ciudadela de Bam. En el sudeste de Irán el conocido como terremoto de Bam ocasionó el desmoronamiento de un 80% de los edificios, provocando que más de 40.000 ciudadanos perdieran la vida y más de 50.000 fueran heridos. Unas 80.000 personas se quedaron sin hogar en una de las mayores catástrofes de la década. Pero además la ciudadela de barro más grande del mundo, Arg-é Bam, con aproximadamente 2500 a.C, colapsó en su totalidad.
La ciudadela data de la época Aqueménida. Está construida con ladrillos de barro, arcilla y hojas de palma. Debido al tamaño es la estructura construida con estos materiales mas grande del mundo. Lamentablemente la mayor parte de la antigua ciudadela fue destruida, después de abandonos e invasiones y el terremoto de 2003, especialmente. Entonces se arruinaron muchos de los edificios del siglo XVI y XVII construidos por la Dinastía Safavid.
En tiempos del reinado de esta dinastía Bam ocupaba un área de 18 Ha. y estaba rodeada por una amplia rampa con 38 torres defensivas. Vivían aquí entre 9 y 13 mil personas. Fue un importante punto en la Ruta de la Seda pero hacia 1722, con la invasión afgana, fue perdiendo relevancia. En 1932 se la utilizó como barraca de ejército y finalmente fue abandonada.
Uno de los lugares Patrimonio de la Humanidad más destacados no sólo de Irán sino de todo el mundo colapsó por completo. Desde ese mismo instante, cuando todos creíamos que se había perdido para siempre, hubo quienes consideraban que Bam volvería a ser la que era, aunque llevara mucho tiempo conseguirlo. Se estudiaría cómo levantar de nuevo la ciudadela con las mismas técnicas e instrumentos de antaño para recuperar la esencia de la ciudad de adobe más inmensa que jamás existió, con 180.000 metros cuadrados de extensión en un estado de conservación que hasta entonces había sido perfecto.
En la actualidad son cinco los lugares de Irán inscritos en la lista del patrimonio mundial: Persépolis, Tchoga Zanbil, Meidan Emam de Ispahan, Esfahan y Takh-e Soleyman.
Diez años después del terremoto de Bam, cuando el Arg-é-Bam había dejado de aparecer en los mapas y en las rutas de muchos viajeros a Irán, la ciudadela estaba comenzando a renacer mediante un paciente trabajo de restauración. Muchos preferían visitar otra ciudadela de barro más próxima a Kerman, la de Rayen, que era a la cual acudían los gobernantes de Bam durante los veranos y que se conservaba de forma excelente.
Por esta época la UNESCO daba la noticia de que retiraba a Bam de la lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro, dado lo bien que se estaban haciendo las cosas.
En la actualidad son cinco los lugares de Irán inscritos en la lista del patrimonio mundial: Persépolis, Tchoga Zanbil, Meidan Emam de Ispahan, Esfahan y Takh-e Soleyman.
Diez años después del terremoto de Bam, cuando el Arg-é-Bam había dejado de aparecer en los mapas y en las rutas de muchos viajeros a Irán, la ciudadela estaba comenzando a renacer mediante un paciente trabajo de restauración. Muchos preferían visitar otra ciudadela de barro más próxima a Kerman, la de Rayen, que era a la cual acudían los gobernantes de Bam durante los veranos y que se conservaba de forma excelente.
Por esta época la UNESCO daba la noticia de que retiraba a Bam de la lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro, dado lo bien que se estaban haciendo las cosas.
La ciudadela de Bam es más que un monumento, es la recuperación de un sueño, la constatación de que una obra de 2500 años no se la iba a llevar un zelzele (así es como se dice terremoto en persa). Bam no se ha perdido, Bam sigue estando ahí…
Casi nadie visita Bam desde el terremoto. Hoy en pocos rincones del mundo hay posibilidad de visitar una maravilla Patrimonio de la Humanidad a solas. Actualmente Bam esta reconstruida en parte, a pesar de que queda mucho por hacer.
BAM DIEZ AÑOS DESPUÉS
– La entrada principal por la vía que se dirige hacia el castillo y donde se desplegaba el antiguo bazar. Se ha recuperado este acceso, aunque los edificios y viviendas de los laterales aún siguen tal cual quedó tras el terremoto.
– Panorámica general de
Arg-é-Bam, con el castillo al fondo. Aunque no tiene la pose anterior al sísmo,
es una imagen que sigue poniendo los pelos de punta a los viajeros que se
acercan hasta aquí. No hay palabras que describan el momento de estar en el
corazón de Bam, sin nadie alrededor, y tener delante el escenario de la que
fuera la ciudad de adobe más grande del mundo.
– Los primeros trabajos de restauración se
esforzaron en volver a dar forma al castillo de Bam y sus murallas. No cabe
duda que es el área más lograda en una rehabilitación que llevará décadas.
– Detalle
de torreón y parte de la muralla del castillo de Bam. Es evidente la
minuciosidad con la que se está trabajando para devolver a su ser toda una
ciudad con más de dos mil años de antigüedad.
–
Lamentablemente las huellas del terremoto están presentes en Bam en un 80-90%
de la ciudadela que se vino totalmente abajo durante la madrugada del 26 de
diciembre de 2003. El lugar más famoso y visitado de la República Islámica de
Irán escribía una de las páginas más negras de su dilatada historia. Y la
mayoría pensó que había sido la última…
– A pesar
de todo es inevitable que la visita a Bam deje un sabor agridulce. Por un lado
viene la alegría por saber que no lo hemos perdido del todo. Por otro la
tristeza de la desolación de calles derrumbadas, desiertas. Entra nostalgia
incluso a quienes no la vimos florecer…
– Mirar
el horizonte de Bam, comprobar que no termina nunca y preguntarse. ¿Cómo debió
ser todo esto antes del terremoto? Cuando algo emociona al 10% de su original
es que el 100% era simplemente inconmensurable. Dicen que la ciudad de las mil
y una noches debía encontrarse aquí. Y es difícil pensar lo contrario.
– Aún es
posible sentirse como un niño en la gran ciudad de barro. Muchos sueños se
cumplen recorriendo senderos y buscando rincones repletos de fantasía.
Notas de la exposición:
El ingeniero Valter
María Santoro, quien trabajo en la obra de restauración de la ciudadela de Bam, destaca la importancia
que se le debe dar a la estabilidad de los monumentos y explica la relación
biunívoca que deben tener el Monumento y el suelo[1].
Destaco la importancia
de la ingeniería que tenía para los griegos y romanos, y recalco la relación
importante entre el conjunto con su contexto tectónico.
Señalo la preocupación
que tuvo por el comportamiento elástico, plástico y dúctil de los elementos
estructurales empleados en la ciudadela, para lo cual se empleó modelos de
comportamiento estructural mediante simulaciones para aislar los puntos
críticos de falla en la estructura.
Indico que una de las
preocupaciones que se tuvo que enfrentar fueron las fallas por torción, en donde se
estudio la aplicación de geo textiles para enfrentar la resistencia al corte.
Realizo comparaciones
con Supe, Caral (2500 a.C.) en donde se ha encontrado Shicras que son
disipadores de energía. Se refierió a la sapiencia de los antiguos pobladores de las tierras de Supe y Caral que ya habían reconocido técnicas para enfrentar estos movimientos telúricos.
Shicras encontradas en los centros de Caral y en Huaral, en el norte del Perú. Estas Shicras servian como disipadores de energía y formaban parte de la estructura de refuerzo de las construcciones.
Shicra, en lengua quechua, significa bolsa que tiene una técnica de manufactura por anillado.
La técnica, se repite de manera idéntica desde el precerámico en los andes centrales y la amazonía.
Los habitantes de Caral - Supe, elaboraron shicras en junco y piedras para cimentar la construcción de pirámides.
La civilización de Caral - Supe, Región Lima, se formó en el área norcentral del Perú; en el territorio comprendido entre los ríos Santa y Chillón e integró las regiones de costa, sierra y selva andina.
Shicras encontradas en los centros de Caral y en Huaral, en el norte del Perú. Estas Shicras servian como disipadores de energía y formaban parte de la estructura de refuerzo de las construcciones.
Shicra, en lengua quechua, significa bolsa que tiene una técnica de manufactura por anillado.
La técnica, se repite de manera idéntica desde el precerámico en los andes centrales y la amazonía.
Los habitantes de Caral - Supe, elaboraron shicras en junco y piedras para cimentar la construcción de pirámides.
La civilización de Caral - Supe, Región Lima, se formó en el área norcentral del Perú; en el territorio comprendido entre los ríos Santa y Chillón e integró las regiones de costa, sierra y selva andina.
Acotó que en Bam sólo se reconstruyó
empleando conectores horizontales con fibra de vidrio y placas terminales. El
trabajo se realizó empleando maquinas eléctricas para abrir los conectores en
los muros de adobe.
[1]
Conferencia en el Posgrado de la FAUA el 08 de agosto del 2016: Restauración y
Consolidación monumental. ingeniero Valter María Santoro.
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