Fernan Braudel
Fernan Braudel |
La experiencia en Brazil
El Mediterraneo en la época de felipe II
Fondo de Cultura Económica, 2ª ed., Madrid 1976.
Lo que el maestro Braudel nos recomienda sobre la enseñanza de la historia.
Fernando Braudel: La Historia sin sujeto
Cuando apareció en Francia la revista Annales de Historia Económica y Social en 1929, sus fundadores, Lucien Febvre y Marc Bloch, proponían una nueva propuesta frente a la “historia tradicional”. Esta “nueva historia” formulaba la sustitución de la tradicional narración de los acontecimientos por una historia analítica ordenada; la historia de todas las actividades humanas en lugar de la historia principalmente política; y la colaboración con otras disciplinas (geografía, economía, lingüística, etc.).
Pero no será hasta 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando este nuevo movimiento historiográfico tomará posesión de la historia oficial francesa; y hasta 1956, cuando Fernand Braudel asuma la dirección efectiva de la revista y el movimiento se convierta en Escuela, difundiendo sus ideas en todas las universidades de Francia y de allí a todo el mundo.
Con Braudel, la historia cambia de objeto porque cambia de temporalidad. Sustituye el tiempo rápido del acontecimiento, por el tiempo largo de los ritmos de la vida material. Muestra bien que la historia no existe sin la mirada del historiador, ya que éste interviene, como en todo saber, en cada etapa de la constitución de la historia.
El Mediterráneo
La obra cumbre del historiador francés es El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II (1949), donde se interesa en el primer lugar por el medio en que viven los hombres de la cuenca mediterránea: montañas y llanuras, mar y ríos, caminos y ciudades.
Braudel estudiaba ese amplio espacio geográfico atendiendo a tres tiempos y niveles distintos: la “larga duración” de la “estructura” (marcos geográfico, límites de productividad); el tiempo “medio” de la “coyuntura” (una curva de precios, una progresión demográfica, el movimiento de salarios) y el tiempo “corto” del “acontecimiento” (la historia événementielle, “evenimencial”).
Esta búsqueda le conducirá a estudiar los intercambios que se realizan entre los puntos de actividad humana del Mediterráneo (Venecia, Milán, Génova o Florencia); a trazar la historia del desarrollo del capitalismo, de los flujos de comunicación y de dinero que genera, y la modificación de la estructura del Estado que determina.
Esa jerarquía de tiempos y planos pretendía a privilegiar el estudio de los dos primeros tiempos: a practicar una “historia estructural” o “coyuntural” y a relegar y menospreciar la “historia episódica” de “individuos y acontecimientos”.
Braudel se inscribe en la línea de historiadores de la Ecole des Annales que propusieron revisar el espacio tiempo de la historia. Junto con La sociedad feudal de Marc Bloch, La religión de Rabelais de Lucien Febvre y El Mahoma y Carlomagno de Henri Pirenne, son todas ellas tentativas de sacar la historia del breve marco del tiempo corto.
Braudel en Lima
Este notable historiador visitó la ciudad de Lima en noviembre de 1953, dictando tres conferencias, las dos primeras realizadas en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, desarrollando temas concernientes a la nueva percepción de la historia frente a otras ciencias, como la geografía y la economía; y una tercera en la Sociedad Peruana de Historia, donde se le rindió un homenaje a su trayectoria, donde desarrolló el tema de los precios XVI y XVII y sobre sus nuevas investigaciones en España.
La presencia de Braudel lo acercó al escenario andino y a San Marcos, en ese entonces esencia indiscutible de la vida cultural de Lima. Su obra repercutiría en las generaciones posteriores, creando una afición por desarrollar la historia del Perú bajo la teoría desarrollada por los Annales.
La importancia de Braudel fue presentar la historia a través de sus tres tiempos: la larga, la mediana y corta duración. Una historia que ahora nos permite ver el desarrollo de la sociedad no como acción de sus gobernantes, sino como la acción de sus todos sus miembros.
(Lunéville-en-Ornois, 1902 - París, 1985) Braudel como historiador francés, aunque coincidió con Bloch y Lucien Febvre en los mismos principios historiográficos y entró a formar parte de la dirección de la prestigiosa e influyente revista Annales, Braudel puso de manifiesto las limitaciones de esta escuela al desarrollar su metodología y promover el estudio de los fenómenos de larga duración, sobre todo del medio geográfico y de los aspectos económicos y sociales, con el objetivo de una "historia total", capaz de integrar todos los elementos de las demás ciencias sociales.
Cursó estudios universitarios en la Universidad de la Sorbona (París) y en la Ecole Practique des Hautes Etudes (Escuela Práctica de Altos Estudios), de la cual llegó a ser director. Consiguió a los veintiún años, en 1923, el título de agregado. Marchó a Argel a practicar la docencia e inmediatamente se enfrascó en una tesis doctoral bajo la dirección de Emile Bourgeois, catedrático de la Sorbona.
Su tesis giraba en torno a la historia diplomática sobre la política mediterránea de Felipe II de España. Argel, aunque le proporcionaba un excelente observatorio para estudiar la navegación en el Mar Interior y familiarizarse con el mundo musulmán, no le proporcionaba los documentos de archivo precisos para realizar su ambicioso trabajo. Braudel se vio obligado a investigar en el completo archivo de Simancas (Valladolid).
Cursó estudios universitarios en la Universidad de la Sorbona (París) y en la Ecole Practique des Hautes Etudes (Escuela Práctica de Altos Estudios), de la cual llegó a ser director. Consiguió a los veintiún años, en 1923, el título de agregado. Marchó a Argel a practicar la docencia e inmediatamente se enfrascó en una tesis doctoral bajo la dirección de Emile Bourgeois, catedrático de la Sorbona.
Su tesis giraba en torno a la historia diplomática sobre la política mediterránea de Felipe II de España. Argel, aunque le proporcionaba un excelente observatorio para estudiar la navegación en el Mar Interior y familiarizarse con el mundo musulmán, no le proporcionaba los documentos de archivo precisos para realizar su ambicioso trabajo. Braudel se vio obligado a investigar en el completo archivo de Simancas (Valladolid).
Poco a poco, fue ampliando su concepción de la obra y emprendió una larga búsqueda por archivos franceses, italianos e incluso yugoslavos.
Su trabajo se vio bruscamente interrumpido al estallar la Segunda Guerra Mundial. No obstante, Braudel ya había conseguido reunir la mayor parte de su material y fijado las líneas maestras de su libro. Como muchos de sus coetáneos, tuvo que pasar cinco años en un campo de prisioneros en Alemania. Pese a ello, tuvo el valor de dedicar ese tiempo de reclusión al trabajo científico. Logró recibir libros y notas y redactó numerosos capítulos.
En 1947, con ejemplares mecanografiados por él mismo, pudo leer la tesis, que dos años más tarde se publicaría con el título de La Méditerranée et le monde mediterranéen a l’époque de Philippe II (El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II). El trabajo causó una gran impresión en la comunidad de historiadores del momento. Presentado en tres volúmenes, era un detallado análisis de un vasto ámbito geográfico (El Mediterráneo y su área de influencia) durante un largo período (la segunda mitad del siglo XVI) en el que el autor escalonó magistralmente los fenómenos estructurales, coyunturales y episódicos, aportando así un excelente análisis de conjunto.
Para Braudel los fenómenos estructurales eran los que afectaban de modo más amplio y duradero a la vida de las sociedades, conformando lo que él llamaba como L’histoire Lourdé (la historia lenta). Braudel hablaba de una especie de estructura terciaria, sometida a distinta aceleración evolucionista, por la que la sociedad debía ser estudiada en relación con el medio geográfico, las relaciones sociales y las diferentes actuaciones políticas del momento.
Fernand Braudel se convirtió en figura de peso dentro del ámbito de los historiadores. Lucien Febvre, al llegar su jubilación, cedió su cátedra del Colegio de Francia a Braudel, su discípulo directo. Al mismo tiempo, Braudel conservó su docencia en la Ecole Practiques del Hautes Etudes. Gracias a estos dos cargos se pudo liberar de las tareas ordinarias de la enseñanza superior y dedicarse a investigaciones personales.
En 1951, junto a su maestro Lucien Febvre, fundó el Centre de Recherches Historiques (Centro de Estudios Históricos), lo que aseguró la publicación de varias colecciones de historia económica y social. Hasta el año 1956, año de la muerte de Lucien Febvre, fue considerado el segundo historiador de Francia. A partir de ese año su preeminencia se manifestó con la dirección de la famosa revista, fundada por Lucien Febvre y Marc Bloch en 1929, denominada Annales. Economies. Societés. Civilisations (Anales. Economías. Sociedades. Civilizaciones).
En el año 1967 publicó su segunda obra importante: Civilisatión materielle el capitalisme: siecles XV-XVIII (Civilización material y capitalismo: de los siglos XV hasta el XVIII), estructurada en tres volúmenes. Esta obra se concibió bajo un plano completamente distinto a la anterior. Según Braudel, las culturas correspondían a un estado elemental de organización social, mientras que las civilizaciones están situadas un peldaño más alto. El libro es la resultante de toda una serie de cursos hechos durante varios años en el Colegio de Francia.
También fueron numerosas sus contribuciones de carácter metodológico, reunidas posteriormente en Escritos sobre la historia (Écrits sur l'histoire, 1969), entre las que se cuentan Histoire et sociologie (1955) y el revolucionario ensayo La historia y las ciencias sociales (Histoire et sciences sociales: la longue durée, 1958), que abrió vastísimos y fecundos campos para la reflexión historiográfica.
Su trabajo se vio bruscamente interrumpido al estallar la Segunda Guerra Mundial. No obstante, Braudel ya había conseguido reunir la mayor parte de su material y fijado las líneas maestras de su libro. Como muchos de sus coetáneos, tuvo que pasar cinco años en un campo de prisioneros en Alemania. Pese a ello, tuvo el valor de dedicar ese tiempo de reclusión al trabajo científico. Logró recibir libros y notas y redactó numerosos capítulos.
En 1947, con ejemplares mecanografiados por él mismo, pudo leer la tesis, que dos años más tarde se publicaría con el título de La Méditerranée et le monde mediterranéen a l’époque de Philippe II (El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II). El trabajo causó una gran impresión en la comunidad de historiadores del momento. Presentado en tres volúmenes, era un detallado análisis de un vasto ámbito geográfico (El Mediterráneo y su área de influencia) durante un largo período (la segunda mitad del siglo XVI) en el que el autor escalonó magistralmente los fenómenos estructurales, coyunturales y episódicos, aportando así un excelente análisis de conjunto.
Para Braudel los fenómenos estructurales eran los que afectaban de modo más amplio y duradero a la vida de las sociedades, conformando lo que él llamaba como L’histoire Lourdé (la historia lenta). Braudel hablaba de una especie de estructura terciaria, sometida a distinta aceleración evolucionista, por la que la sociedad debía ser estudiada en relación con el medio geográfico, las relaciones sociales y las diferentes actuaciones políticas del momento.
Fernand Braudel se convirtió en figura de peso dentro del ámbito de los historiadores. Lucien Febvre, al llegar su jubilación, cedió su cátedra del Colegio de Francia a Braudel, su discípulo directo. Al mismo tiempo, Braudel conservó su docencia en la Ecole Practiques del Hautes Etudes. Gracias a estos dos cargos se pudo liberar de las tareas ordinarias de la enseñanza superior y dedicarse a investigaciones personales.
En 1951, junto a su maestro Lucien Febvre, fundó el Centre de Recherches Historiques (Centro de Estudios Históricos), lo que aseguró la publicación de varias colecciones de historia económica y social. Hasta el año 1956, año de la muerte de Lucien Febvre, fue considerado el segundo historiador de Francia. A partir de ese año su preeminencia se manifestó con la dirección de la famosa revista, fundada por Lucien Febvre y Marc Bloch en 1929, denominada Annales. Economies. Societés. Civilisations (Anales. Economías. Sociedades. Civilizaciones).
En el año 1967 publicó su segunda obra importante: Civilisatión materielle el capitalisme: siecles XV-XVIII (Civilización material y capitalismo: de los siglos XV hasta el XVIII), estructurada en tres volúmenes. Esta obra se concibió bajo un plano completamente distinto a la anterior. Según Braudel, las culturas correspondían a un estado elemental de organización social, mientras que las civilizaciones están situadas un peldaño más alto. El libro es la resultante de toda una serie de cursos hechos durante varios años en el Colegio de Francia.
También fueron numerosas sus contribuciones de carácter metodológico, reunidas posteriormente en Escritos sobre la historia (Écrits sur l'histoire, 1969), entre las que se cuentan Histoire et sociologie (1955) y el revolucionario ensayo La historia y las ciencias sociales (Histoire et sciences sociales: la longue durée, 1958), que abrió vastísimos y fecundos campos para la reflexión historiográfica.
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